“Quien lo iba a pensar”

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Scarleth Alava Mero

La juventud de Sandra Moncayo estuvo la mayoría del tiempo inmerso en el trabajo infantil, debido a que no existió una figura paterna por esta misma razón a temprana edad conoció al que seria el padre de sus hijos. De esta unión nació Johana a quien conoceremos en esta historia por los abusos infantiles que sufrió cuando tenía la temprana edad de diez a doce años.

“Cuando tenía cinco años, mi madre tomo la decisión de acoger al hijo de un amigo que no estaba en la mejor situación económica para mantenerlo, el llego a la casa cuando tenía once años. Nos criaron como hermanos”, describió Johana con una mirada cabizbaja.

Todo trascurrió con normalidad durante los siguientes cuatro años, pero cambio de manera drástica cuando el padre de Johanna decide formar un nuevo hogar, quien era el único que mantenía al joven bajo la lupa. Dejando a la madre con la carga, económica y moral.

 Cuando Sandra, empieza a trabajar para cubrir los gastos del hogar, dejando a los adolescentes sin la supervisión de un adulto, el ambiente se torno oscuro como la boca de un lobo. “el primer intento de abuso por parte de este individuo ocurrió cuando tenía diez años, estaba inmóvil como una estatua, sentí tanto miedo que no pude decirle a mi madre lo ocurrido”.

En este punto la victima admitió haberse sentido culpable, debido a que en su hogar nunca se habló de educación sexual. Este tema sigue siendo un tabú para muchas familias, pero no saben lo importante que es hablar con sus hijos, pues esto les ayudara a prevenir situaciones de abuso, identificar a un abusador o evitar una posible manipulación por parte de los agresores.

El abuso se perpetuó meses después del primer intento y continuó hasta cuando cumplió doce años, en donde se da la peor parte debía a que, quedó embarazada de su agresor. “me golpeo la noticia, era una niña y yo como su protectora no pude hacer nada para ayudarla cuando me necesitaba”, admitió Sandra con un tono de voz afligido.

“sentía que ya no quería vivir y que mi futuro, mis sueños, todo se caiga a pedazos. Mi madre al principio no tomo en cuenta, mis advertencias hacia mi abusador, porque, en su mente, él nunca sería capaz de hacerme nada malo, incluso en varias ocasiones recibía amenazas por parte de mi agresor diciéndome que, si continuaba delatándolo, sería capaz de hacerle daño. Poco después de que se enterara mi madre de mi embarazo, notó cambios en el abusador” desataco Johana con mirada de enfado.

Al enterarse Sandra sobre el embarazo de su hija que era fruto de una violación y, mas aun por parte de su hermano de crianza, decidió denunciar este hecho. Johanna al ser solo una niña, tomó la dura decisión de renunciar a sus sueños y convertirse a tempana edad en madre.

Según el ( INEC) en 2017 hubo 2mil 247 nacidos vivos de madres entre 10 y 14 años, donde los embarazos son por abuso sexual y son obligadas a tener al neonato. Entre 2014 y 2017 se reportaron 2mil 800 por 17 delitos de violación, de las cuales forma parte Johanna

Ahora bien, la siguiente historia narra asimismo la tiranía de un hombre que ejerce la profesión de doctor con el fin de violentar a cualquier mujer que se Cruce en su camino. Es necesario conocer a rosa Ureta proveniente de una familia de once hermanos, como consecuencia no tuvo la oportunidad de estudiar por lo cual decide trabajar a la temprana edad de nueve años.

Desde su experiencia cuenta lo difícil que fue alejarse de su familia, con el fin de estudiar. “desde pequeña tuve el deseo de estudiar, entonces una de las profesoras de la comunidad necesitaba una niñera, en ese momento me pareció la mejor oportunidad, y decidí irme, aunque mi padre no estaba de acuerdo”, admitió Rosa con una expresión avergonzada.

La actitud de rosa esta relacionada con la poca aprobación por parte de el padre de familia y la época en la vivió, donde la mayoría de las mujeres tuvieron la dificultad de estudiar. Comparada con la actualidad donde las personas tienen la libertad de estudiar lo que quieran ejercer. En retrospectiva la menor de edad, experimento las mentiras de los adultos ya que, cual Poncio Pilato, el representa evadió toda la responsabilidad. “confié en las palabras de esta persona, lo que recibí a cambio fue maltrato, explotación laboral y la gota que derramo el vaso, fue que nunca me dieron el estudio”, aseveró con una mirada furiosa.

Luego de la mala experiencia que vivió, opto por ir a perseguir su sueño con otra familia. En comparación con lo ocurrido, estas nuevas personas le brindaron la educación que buscaba, lo cual disfruto se llenó de conocimiento durante cuatro años, luego llego la noticia del fallecimiento de su padre, y la hermana mayor de rosa decidió asumir la responsabilidad de tutor.

La señora Sonia, hermana de rosa, tenia el plan de trabajar y seguirla apoyando en los estudios. Cabe destacar que rosa fue una persona que le agradaba la idea de depender de nadie. No obstante, a pesar de las buenas intenciones de su hermana rosa decide trabajar en las mañanas como ama de casa y por la noche estudiar.

Meses después de estudiar y trabajar, el jefe de la hermana le hace una propuesta que favorecía a las dos hermanas, la cual fue que trabajaran como ayudantes de enfermería y vivieran a tiempo completo en su propiedad. En este contexto pasaron cosas desafortunadas para rosa de catorce años.

“trabaje y estudie arduamente todos los días, hasta que no pude soportar el acoso y abuso de autoridad que este hombre ejercía sobre mí”, como siempre rosa llego tarde de estudiar y se dirigió hacia la habitación donde dormía, se levantó al escuchar el sonido de pasos que se dirigían a su puerta, se mantuvo despierta y fue cuando vio a su jefe entrar en horas de la madrugada, se acercó a su lado e intento besarla.

Asusta de lo que acababa de suceder corrió donde su hermana, desde esos momentos supo que estaba en peligro, pero por las amenazas que recibió no pudo mencionar nada, “ese hombre no solo entraba a mi cuarto, cada vez que tenia  la oportunidad, la aprovechaba para cerrar todas las puertas de la casa, entonces comenzaba a tomarme por la fuerza y era entonces cuando sacaba todas fuerzas para huir, estaba viviendo un verdadero infierno”, describió con una voz de lamento. Después de conversar con la esposa del agresor, quien al parecer no quería ver la verdad que estaba frente a sus ojos, no le puso la menos importancia, “la señora de la casa no me creyó en nada de lo que dije.

En algún punto a pesar de que deseaba con todas sus fuerzas, terminar sus estudios lo cual era un derecho, y es un lastimas que en ciertas épocas era un privilegio. Y pensar que rosa dejaría todo por el hostigamiento que recibía, entonces se le ocurrió la idea de asesinar a su jefe.

“estaba tan psicoseada, que ya no dormía, no comía, ni siquiera podía estar en un espacio reducido con este hombre, ahora que lo pienso este trauma lo he llevado hasta ahora que tengo cincuenta y dos años, me afectado tanto que no pude establecer relaciones con personas que no supieran controlar sus emociones”, admitió con un tono de voz frustrante.

Lo primero que pensó rosa, fue esperar que los dueños de la casa volvieran del paseo que daban los fines de semana, entonces planeo cómo y por donde llevaría el cadáver, luego hacer tiempo para poder estar despierta la madrugada del domingo, solo entonces acabaría con su martirio. Pero como enviada por Dios, la persona que apareció esa noche fue Sonia, quien al estar por un largo tiempo hablando con rosa, descubrió el cuchillo en debajo de su almohada, fue entonces cuando supo lo que realmente estaba sintiendo su hermana.

Finalmente, estas dos hermanas decidieron hablar con los padres del agresor, quienes admitieron saber todo sobre su hijo y como obraba con las mujeres que estaban a su alrededor. Entonces decidieron ayudar a encontrar otro trabajo con personas que fuesen buenas con las jóvenes, mas aun sabiendo por lo que habían pasado por culpa de su primogénito.