Vuelo de sueños

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Por Arianna Zambrano

La pandemia trajo consigo miles de tragedias y no solo cobra vidas humanas a diario, también, roba la tranquilidad de familias ecuatorianas. La falta de trabajo orilla a buscar otras alternativas,” no podíamos seguir viviendo en la pobreza, me parte el alma mirar como mis hijas dejaron de estudiar”, dijo, Carmen con voz rota.

«se registró 2.021.476 movimientos internacionales brutos»

Según cifras del INEC (2020) se registró 2.021.476 movimientos internacionales brutos, de los cuales 978.493 corresponden a entradas internacionales y 1.042.983 a salidas internacionales de ecuatorianos y extranjeros.

Se vive una nueva ola de migración en el país, la pandemia, ocasiona una gran falta de trabajo, dejando a la deriva a los ciudadanos, buscan la salida desesperada del país, Esteban reconoce “aquí en el país la cosa si está bien dura, no tengo visa, pero ya me contacté con un coyotero que me llevó, no queda más”, describe, el padre de 4 hijos que solo busca una nueva oportunidad.

Además, Carmen (nombre para proteger la identidad) oriunda de Manabí, una profesional, que al hablar reflejaba su inteligencia y junto a sus dos hijas, migraron hacia Estados Unidos en busca de una mejor vida, ella acudió con una amiga, quien, por medio de amistades, logró conseguir un trabajo en una casa para hacer limpieza, aunque ella es ingeniera aceptó el trabajo por la necesidad. Aunque no era un trabajo por el que estudió toda su vida Carmen aseguró con lágrimas en los ojos, “No me importa la manera en la que voy a generar dinero, o el trabajo que consiga, lo único que quería es traer a mis hijas, para poder estar cerca de ellas y darles la vida que merecen”, mientras limpiaba los ríos de llanto que recorrió su mejilla.

Entrevista cabeza de familia

Para el sociólogo Xavier Brito, “El país está atravesando por lo que ya pasó hace años, una nueva ola migratoria”, ocasionada por el apoyo mínimo a los emprendimientos, las deudas de la pandemia, la falta de trabajo y el más importe que México en el 2008 eliminó la visa de ingreso para ecuatorianos. Reduciendo la peligrosa ruta para llegar al extranjero sin visa”, afirmó, acentuando la cabeza el profesional.

Aunque Carmen viajó con visa de turista asegura trabajar, aunque no sea legal, para ahorrar todo lo necesario y si la visa expira, quedarse de manera ilegal es la opción más acertada para su situación, corriendo el riesgo de ser deportada.

Según datos de la rendición de cuentas del Viceministerio de Movilidad Humana, en el 2020 se devolvió a cerca de 2.000 compatriotas y en lo que va del 2021 hay una cifra similar, lo que demuestra, a su criterio, que el tema no es nuevo ni coyuntural.

Camila (anónimo) una de las hijas de Carmen, lamentó haber dejado su ciudad, ella le gusta mucho Ecuador, la comida, el clima, pasar tiempo con sus amigas, “es triste haber dejado todo de un día para otro y saber que ahora debo quedarme acá, por la falta de dinero, mi madre trabaja todo el día, casi ni la veo”, relató con una mirada sin brillo. Sus hijas son la luz que ilumina el camino de Carla.

La psicóloga Belén Mora enfatizó que migrar al exterior también es por fines académicos, y por superación personal, cuando un ecuatoriano realiza sus maestrías en el exterior obtienen un mejor sueldo cuando regresan al Ecuador. “Hay ecuatorianos que solo se van con visa de estudiante a realizar maestrías, luego ya vienen con un título que les abre las puertas en el ámbito laboral, no se puede rechazar, pues se puede alcanzar sueldos de 2000, pero en países como Estados Unidos el sueldo puede llegar a 6000 dólares, entonces su mejor opción es quedarse”, aseveró, la especialista.

La familia de Carmen mira la educación como una oportunidad, saben que tener un título del extranjero les ayudara en su futuro, además ambas son menores de edad. Carmen añadió, “Yo traje a mis hijas a Estados Unidos para darles un mejor futuro, la educación es mejor acá y con ellas si puedo hacer los trámites para que permanezcan con visa de estudiantes”, describe, con lágrimas en sus ojos.

Una familia lejos de casa

Natalia ya se encuentra en una escuela en Massachusetts, “aunque me encuentre lejos del Ecuador mi hogar es junto a mi madre y hermana, al principio se me hizo difícil acoplarme a la nueva escuela por el idioma” pero, se centró en salir adelante y sacar lo mejor de ella, afirmó, la joven ecuatoriana, dejando música para los oídos de su madre, por aquella declaración.

Aunque, no se vean mucho con su madre, porque trabajan todo el día, las dos hijas de Carmen, tratan de ayudar a su madre y hacerla sentir como en casa. “ahorramos para comprar camarones, naranja, limón, y hacemos ceviche, el platillo preferido de mi madre, acá todo eso es más caro, pero la sonrisa de mi madre lo vale todo, ella ha dado todo por nosotros y es poco comparado con su esfuerzo”, contrasta, mientras saborea el platillo en su mente.

Pero, no todo el dinero se lo quedan para ellas también mandan al Ecuador parte de sus ganancias. El Universo afirmó, que el monto de las remesas que enviaron los migrantes ecuatorianos a sus familiares que viven en el país ascendió a más de tres mil millones de dólares, lo que significa un aumento del 6% en relación con el 2020.

Al irse del país crean una utopía para su familia, y no solo para quienes están en el extranjero, sino para quienes se quedan en el Ecuador, pues al ganar más pueden enviar dinero para ayudar a sus familiares, siendo un apoyo vital para sus familias.

Carmen manda mensualmente 400 dólares a su hermana para los medicamentos de su madre, que sufre de presión arterial y el resto para poder cubrir los servicios básicos de quien le dio la vida. “Si pudiera mandarle más lo hiciera mi madre se merece el cielo y ahora que ya no puede trabajar mi obligación como hija es darle lo que necesita”, dijo, mientras sus ojos brillaban de nostalgia.

Aunque su hija también descubrió, una oportunidad de generar dinero, manda productos que se encuentran más barato en el extranjero, a su tía y ella los vende al precio normal en Ecuador dando ganancias para el sustento diario. “No siempre se puede enviar productos, porque, a veces no encuentro amigos que se regresen al Ecuador, pero cuando hay la oportunidad trato de enviar lo que más se pueda y crear un ingreso más a mi familia, el punto es ayudarnos entre todos”, aseveró, la mayor de las hermanas, reflejando el enorme corazón que tiene.

Miles de familias se van al extranjero en busca del sueño americano, unas corren mayor riesgo que otras, pero, la necesidad orilla a emprender este viaje, lleno de baches en el camino, unos con piedras más grandes que otras en el camino.

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